Perder una pieza dental puede ser muy traumático y a la larga es posible que acarree incluso problemas de salud. Los implantes dentales son una realidad desde hace un tiempo importante y actualmente la oferta es variada, con precios cada vez más accesibles. Es considerada la opción más segura, pues la prótesis va unida al hueso, y no a otros dientes. Se evita entonces la pérdida ósea al conservar totalmente la función sobre el hueso. Además la sensación al masticar es igual a la de un diente natural.
En la actualidad existen dos tipos de materiales para implantes dentales, titanio y zirconio (4). Hoy, más del 95% de los implantes son aleaciones de titanio, y el éxito de estos implantes es superior al 98%, incluso después de 10 años. El zirconio es una alternativa para los que no quieran tener metales en el cuerpo. Gracias a la tecnología hoy día es posible revisar en detalle cuál implante es el adecuado, y podemos elegir la mejor alternativa en varias clínicas en línea en España. Existen muchas opciones, en este artículo exploraremos detalles de esas opciones.
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Antes de comenzar a analizar cuáles son las oportunidades de recuperar la sonrisa o simplemente sentirse mejor, es necesario saber cuáles son las consecuencias de no contar con una dentadura completa.
Las consecuencias
Las consecuencias de la falta de piezas dentales pueden ser muy graves, desde la limitación de ciertos alimentos hasta problemas de autoestima, de acuerdo a un artículo publicado en el portal de Sanitas (1).
El texto mencionado indica que una persona con ausencias dentales no puede masticar bien los alimentos, por lo que debe limitarse a alimentos blandos, y la incomodidad que ello genera. Además, con el deterioro de su función masticatoria, se expone a todo un abanico de problemas digestivos y nutricionales. Los cambios en su mecánica al masticar también pueden producir problemas de oído, dolor de cabeza o en las cervicales.
Sin embargo se aclara que actualmente las consecuencias son sobre todo a nivel psicológico. Perder un diente, sobre todo en el frente estético (la parte visible de la sonrisa) puede causar verdaderos problemas de autoestima, en una sociedad como la de hoy en día, que valora tantísimo el aspecto juvenil y saludable
De hecho, varios estudios de universidades estadounidenses, japonesas y australianas ha concluido que los pacientes que solucionaban sus ausencias dentales con implantes osteointegrados se sentían con mucha más confianza y eran más felices en su vida diaria que antes de solucionar su ausencia dental.
El implante
Los implantes son una especie de tornillo en el hueso de la mandíbula sobre el que se asienta el diente “nuevo”, se colocan cuando falta una pieza dental (por una enfermedad o un traumatismo) o cuando hay que eliminar uno natural (por una gran destrucción del diente debido a una caries) y se debe sustituir por uno artificial, según Saber Vivir (2).
Pero no todo el mundo puede ponérselos, hay que consultar previamente a un profesional para saber si se sufre de algún tipo de patología bucal, que pone en riesgo la dentadura.
Antes de colocar el implante, primero hay que llevar adelante ciertas pruebas. Lo primero que hace el especialista es realizar una prueba de imagen, que permite obtener una buena visión del hueso para verificar que es posible implantar en él correctamente la nueva pieza. También se explora la encía para ver si está sana (si está enferma hay que realizar un tratamiento para curarla).
Por otro lado, hay que valorar la oclusión de la boca, es decir, cómo se muerde, para asegurarse de que la zona del implante no recibirá más presión de la adecuada.
La cirugía
La cirugía de implantes dentales es un procedimiento que reemplaza las raíces de los dientes con pernos metálicos que parecen tornillos y reemplaza el diente faltante, o dañado, con un diente artificial que tiene el mismo aspecto y que cumple la misma función que los dientes reales, de acuerdo a Mayo Clinic (3).
La cirugía de implantes dentales puede ofrecer una alternativa bien aceptada a las dentaduras o a los puentes que no se fijan bien, y puede ofrecer una opción cuando una falta de raíces de los dientes naturales no permite la creación de dentaduras o reemplazos de dientes con puentes.
El método seguido para una cirugía de implante dental depende del tipo de implante y del estado de la mandíbula. La cirugía de implante dental puede abarcar varios procedimientos. El principal beneficio de los implantes es un soporte sólido para todos dientes nuevos, un proceso que requiere que el hueso se cicatrice fuertemente alrededor del implante. Debido a que esta cicatrización ósea lleva tiempo, el proceso puede llevar varios meses.
Durante la cirugía para colocar el implante dental, el cirujano oral realiza un corte para abrir las encías y exponer el hueso. Se realizan agujeros en el hueso donde se colocará el perno metálico del implante dental. Debido a que el perno servirá como raíz del diente, se implanta profundamente en el hueso.
En este punto, todavía se tendrá un hueco en el lugar donde falta el diente. Se puede colocar un tipo de dentadura parcial y temporaria para una mejor apariencia si es necesario. Se puede extraer esta dentadura para la limpieza y mientras duermes.
Una vez que el perno metálico del implante se coloca en la mandíbula, comienza la oseointegración. Durante este proceso, la mandíbula crece y se une a la superficie del implante dental. Este proceso, que puede tardar varios meses, ayuda a proporcionar una base sólida para el nuevo diente artificial, del mismo modo que lo hacen las raíces de los dientes naturales.
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